La Arquitectura es uno de tanos términos, que casi sin darnos cuenta, se ha ido llenando de distintos y en algunos casos, equívocos signicados. Recordemos que la palabra arquitecto, que proviene del griego arkhitékton compuesto de árkho "soy el primero" y tékton "obrero" derivado de tíkto "produzco", "doy a luz". Es decir; el primero de los obreros que producen. Esta idea original sobre la función inicial de los arquitectos, como todos sabemos, cada vez se apega menos a la realidad. Hemos abandonado, -con las notables excepciones de siempre-, el campo de la construcción de las obras para refugiarnos en su invención o proyección y en algunos casos en su ideación. Pensamos que el n de nuestra profesión no es tanto la realización material de la obra, sino, su concepción. En vez de sentirnos responsables de la existencia ideal y la existencia material de la "Arquitectura"; hemos optado tan solo por la primera. Esta es sin duda una de las principales razones de la crisis actual de nuestra profesión